5/08/2015

Tarta de queso casera



Hoy os traigo una receta muy especial.
No es especial porque sea algo de alta repostería, algo exótico, con florituras o con muchos ingredientes raros.

Es una humilde y sencilla tarta de queso, sin complicaciones ni nada fuera de lo corriente.
¿Qué es lo que tiene de especial, pues?




Pues ni más ni menos que la receta es de mi madre :)

Ella nos dejó hace cuatro años ya, pero nos dejó su recuerdo y muchas cosas buenas como su cariño, su capacidad de sacrificio, su alegría..Y también un pequeño tesoro que he recuperado hace muy poquito: su cuaderno de recetas.
En él ella apuntaba  todas las recetas que hacía en casa para el día a día y también las que veía en revistas que le llamaban la atención o las que le pasaban las amigas.
Hasta hace poquito, no sé por qué, no me ha dado antes por abrirlo y buscar sus recetas. Quizás es por la sensación agridulce que todavía me da ver su preciosa caligrafía de maestra con la que escribía las recetas con tanto mimo. 

Pero la vida sigue y al fin, después de todo este tiempo, el otro día me atreví a abrir el cuadernito :) 
Y encontré varias recetas de mi postre favorito; la tarta de queso.
Soy la tonta de las tartas de queso, así que como no podía ser de otra forma, tenía que hacer alguna sí o sí. 

Y qué mejor momento para hacerlo que el día de la Madre, en el que quise preparar la que siempre tenía más éxito en casa una quesada.
Pero cometí un fallo estratégico. 


Vamos, que se me olvidó comprar el queso fresco que hacía falta, así que no pude hacerla porque cuando me di cuenta ya era tarde para ir a por él...

Pero lo que sí tenía era queso de untar y me acordé de que otra de las grandes recetas de mi madre era una tarta de queso que lo llevaba. No era tan celebrada como la quesada, pero recordé que también gustaba mucho cuando la hacía. 
Resumiendo, como homenaje en el día de la Madre, he aquí la tarta de queso que hice.

Buenísima. Suave, nada empalagosa, una gozada.




¡Que me enrollo! Vamos con la receta. No tenéis excusa, es facilísima: 

Ingredientes: 

Para la base: 
  • 1 rulo de galletas María, Digestive, etc...la que prefiráis.
  • 40-50 gramos de mantequilla o lo que veáis que necesite para amalgamar.
Para el relleno:
  • 1 tarrina de queso de untar tipo Philadelphia
  • 3 yogures naturales (edulcorados o no)
  • 3 huevos
  • 50 gramos de harina
  • 150 gramos de azúcar

La preparación apenas tiene misterio: 

Lo primero, engrasamos un molde con un poquito de mantequilla. 
Trituramos las galletas María hasta reducirlas a polvo o lo más finas posible, yo uso para ello la picadora, pero podéis usar un mortero, un rodillo...

En un bol derretimos la mantequilla y cuando esté líquida, mezclamos con las galletas trituradas.
Colocamos esta mezcla en la base de nuestro molde repartiendo bien para que nos quede una base uniforme.


Ahora mezclamos todos los demás ingredientes y cuando estén bien integrados, vertemos la mezcla en el molde con la base. 
Horneamos a 180 grados durante unos 40 minutos o hasta que veamos que está un poquito temblona por el centro. 

La sacamos del horno y una vez fría la metemos en la nevera por lo menos un par de horas o mejor aún (si sois capaces de aguantar sin comérosla) toda la noche. 
Cuanto más tiempo la dejemos, más cuajada estará la tarta y por tanto, más asentados estarán los sabores :) 

¡Y listo! Si no hacéis esta tarta es porque no queréis, porque es facilísima, muy rica y salvo el tener que esperar a que cuaje en la nevera, es muy rápida de hacer.


En el cuadernito de mi madre tengo más recetas de tartas de queso, con horno, sin horno, en microondas... No os preocupéis, que como acabo de contaros,  soy la tonta de este tipo de pasteles así que tengo que probarlas TODAS.
 Ya os las iré poniendo. Os vais a hartar de tartas de queso, jejeje...
Con un recuerdo muy especial para mi mami, que me acompaña cada día, me despido hasta la próxima receta. 

¡Nos leemos! 


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