Galletas shortbread de mazapán

Ya sé que parece una receta navideña, no muy acorde con las fechas en las que andamos ya, pero ¿quién ha dicho que el mazapán es sólo para Navidades?


Pues NOOOO también se puede usar en cualquier época del año, claro que sí.
De hecho en las tiendas de repostería creativa se vende por bloques, ya teñido de color o natural
para usarlo para hacer figuritas, para cubrir tartas....
Es muy práctico para los que no soportamos el fondant, cuyo sabor (o falta de él) no es del agrado de todo el mundo, ya que se utiliza igual :)

Cucada de unicornios/ponis que hice con mazapán <3

La cuestión es que servidora en su momento compró  un kilo de mazapán para los menesteres dichos anteriormente. Sí, un kilo, con el ansia. XD

Cuando lo hice, tenía tiempo para dedicarme a practicar con él, pero luego las circunstancias cambiaron y lo arrinconé un poco salvo para hacer alguna figurita aislada de vez en cuando.
La cosa es que pronto me caduca así que tenía que gastarlo en algo...
Me puse a buscar recetas que utilizaran mazapán y la verdad es que no sabía que era tan versátil, aunque algunas eran un poco complicadas, y no quería pasarme horas en la cocina, la verdad.

Hasta que encontré una que me pareció muy fácil: unas galletitas tipo shortbread (o sea, de mantequilla), me llamó la atención y con lo simple que eran de hacer merecía la pena intentarlo.

Y dicho y hecho. Han salido ricas no, riquísimas. Espectaculares.

¿Lo malo? Que no corren, VUELAN. En mi casa no duran.

Tanto que cuando hago la receta, doblo las cantidades que pongo aquí, porque si no me quedo sin probarlas. ¿Exagero? Probad a hacerlas y ya me contaréis.

Receta tomada y adaptada del blog My Kitchen in the Rockies :)


Las cantidades son para 15-20 galletas p más dependiendo de cómo las hagáis de grandes.
¡¡Como ya os digo, suelo doblar las que os pongo porque si no, es que no llegan a durar dos días!!


Ingredientes: 

250 gramos de harina
150 gramos de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
100 gramos de mazapán
50 gramos de azúcar (yo usé azúcar moreno, ya no uso otro)
1 cucharadita de extracto o aroma de vainilla
1 yema de huevo
1 pizca de sal

Las instrucciones son muy sencillas:
Pon todos los ingredientes en un bol y mezcla hasta que todo esté bien combinado.
¡Parece fácil pero dependerá de lo blanda que esté la mantequilla y de cuánto amaséis el mazapán!
Se puede usar una batidora con ganchos de batir,  pero yo me acabé rindiendo y lo mejor que hice fue amasar con las manos.

Procurad que quede todo bien integrado. ¡Hay que estar un rato porque es complicado que se deshaga bien del todo el mazapán!

Cubrimos la masa y dejamos reposar en el frigorífico por lo menos media hora.
Una vez reposada, la sacamos y la dividirmos en bolitas, yo las hago como tamaño pin pón.

Ponerlas sobre una lámina de papel de horno en la bandeja y aplastarlas un poquito con las mismas manos o con un sello de galletas como hice yo (así además quedan más monas, jeje).

Deberían quedar más bien gorditas para que luego se queden tiernas por dentro.
Horneamos de 12 a 15 minutos a 180 grados o cuando se doren por abajo. Tienen que quedar un poco blanditas al tacto, no os preocupéis porque se endurecen cuando se enfrían.
Dejamos enfriar en una rejilla.

¡Y a disfrutar! Si las hacéis no podréis parar, son adictivas :)

¡Nos vemos pronto!